24 mayo 2007

Reprimenda del Diputado del Común al Ayuntamiento de La Orotava

Publicado en la página www.ecologistasenaccion.org

El Rincón 22 de mayo
La Coordinadora El Rincón-Ecologistas en Acción desea hacer público un documento remitido por el Diputado del Común a un representante de esta Coordinadora, como contestación a una queja formulada ante el mismo por la forma de actuar y la falta de transparencia en la toma de decisiones por parte del ayuntamiento de La Orotava.
En concreto, como respuesta a una queja formulada sobre la falta de transparencia en el proceso de aprobación del Proyecto de Acondicionamiento de la Carretera C-821 (TF-21), por parte del Diputado del Común se constató una serie de publicaciones en el BOC , en las que no aparece la exposición pública del proyecto, sino que se parte de la expropiación forzosa, concurso de contratación de obras, adjudicación de las mismas, ocupación urgente de bienes, consultoría de las obras y adjudicación definitiva del contrato de control y vigilancia. En ningún momento el proyecto de esta obra estuvo a información pública, según se desprende de la contestación del Diputado del Común, por lo que los afectados se vieron sorpresivamente indefensos ante una expropiación forzosa y ocupación urgente de bienes.
Pero la esencia del documento se basa en la gran reprimenda que el Diputado del Común, en la misma carta de contestación, le hace al Ayuntamiento de La Orotava, y que dice:
(Copia literal comprobable en cualquier momento)
Respecto a la falta de contestación a los escritos en los que solicitaba la realización de un acto de presentación y exposición del referido proyecto, así como sobre las alegaciones formuladas, le comunicamos que, con esta misma fecha, hemos dirigido una resolución al Ayuntamiento de La Orotava recomendándole lo siguiente:
1. Actuar con transparencia en la toma de decisiones, en la gestión y en el resultado de la gestión, pues los ayuntamientos, en sus relaciones con los ciudadanos, deben actuar conforme a los principios de participación y transparencia, sin opacidad administrativa.
2. Prestar atención a las opiniones de los ciudadanos, tanto en la toma de decisiones como en la gestión de los asuntos públicos locales. Hay que conseguir una democracia real y participativa, pues participar significa codecidir y cogestionar, especialmente en la prestación de servicios.
3. Facilitar medios materiales suficientes y locales adecuados para la gestión de la actividad social, reuniones y demás actos asociativos.
Asimismo, se ha recordado al alcalde de dicha corporación municipal el deber legal de contestar todas las alegaciones presentadas por los ciudadanos, exponiendo las razones jurídicas y técnicas que le asisten para su rechazo o su admisión.
Al propio tiempo, se ha recordado a dicha autoridad el deber legal de auxiliar, con carácter preferente y urgente, al Diputado del Común en sus actuaciones, a la vista de que la citada administración no ha emitido los informes solicitados en los plazos que legalmente viene obligado.
Del resultado de todo ello le mantendremos informado.
Le saluda atentamente.
Manuel Alcalde Alonso
DIPUTADO DEL COMÚN

Ahora bien, la respuesta a esta soberana llamada de atención al Ayuntamiento de La Orotava por parte del Diputado del Común, es antológica. El Ayuntamiento envía como respuesta: una copia del DVD de las imágenes emitidas por varias televisiones locales del antes y después de la ocupación de bienes, del antes y después de las obras de ampliación de la carretera de acceso a Las Cañadas, sin más explicaciones.
Lamentablemente, se sigue sin atender ni siquiera al deber de contestar al máximo garante del amparo a los ciudadanos en esta Comunidad Canaria. Consideramos que este tratamiento ha sido una absoluta falta de respeto hacia esta autoridad, a la vez que reflexionamos sobre si se actúa así con la misma, qué respuesta cabe esperar hacia los ciudadanos, a pesar de que en los medios afines se siga con el falso mensaje que la puerta de la alcaldía está abierta a cualquier vecino que quiera plantear cualquier problema.
Desde este comunicado queremos hacerle llegar al Diputado del Común que como colectivo ciudadano sentimos vergüenza ajena ante este tratamiento y le expresamos nuestra solidaridad y apoyo ante estas anómalas prácticas.
El Rincón-Ecologistas en Acción aún está a la espera de respuesta a muchos escritos, pero sobre todo a los presentados, por dos veces, por la instalación de antenas de telefonía móvil en el casco urbano; que a pesar de ser presentados con apoyo en la normativa reguladora del derecho de Petición se han negado a contestar, reservándose este colectivo el ejercicio de cuantas acciones legales consideremos oportunas. Entendemos que la sordera institucional y la burla no son signos de buen gobierno democrático.

11 mayo 2007

El sufrimiento que no se ve

Carta abierta de Soledad, madre adoptiva de "Piedad", a don José Luis Arregui, director general de Protección del Menor. (publicada en el Periódico "EL DÍA", de Santa Cruz de Tenerife, el día 11 de mayo de 2007)

Don José LuIs, me voy a atrever a exponerle lo que siente una familia numerosa desde hace algo más de un año, una familia canaria, residente en La Orotava, que sufre una situación límite y en total desamparo por parte de quienes ostentan el título de PROTECCIÓN AL MENOR.
Hemos pasado de ser una familia feliz, unida, luchadora, con retos, con momentos difíciles, como todas las familias que sacan adelante una prole, a aprender de una forma descarnada, a saber lo que significa el miedo en la profundidad de la palabra. Sentimos cómo nos tiemblan las piernas cada vez que oímos el fax en casa, el teléfono, cuando tocan en la puerta, al llegar el cartero, al aparcar la Policía Local o la Guardia Civil, cualquier día, da igual la hora.
Hemos aprendido a luchar para no sentirnos delincuentes, para seguir unidos ante la cuerda que cada vez se nos estrecha más en nuestra garganta.
Hemos visto violar nuestro hogar, nuestra casa bendita. ¿Usted se imagina, Sr. Arregui, lo que significa esa furgoneta blanca enorme que utilizan para llevarse a los niños en desamparo, cada vez que aparca y tapa como una nube gris la entrada de nuestra vivienda? Muy cerca de la puerta para que no se vea patalear y arrancar los pelos del trabajador encargado de meter a mi hija en la vehículo especial. ¿Usted se imagina a mi niña con una multitud de caras desconocidas arrebatándola como en un sueño atroz de lo que más quiere?
¿Puede usted hacerse a la idea de lo que sentimos cada día cuando nuestra pequeña Piedad nos abraza y nos dice que nos quiere? ¿Sabe lo que es pensar cada instante que es su último abrazo y que va a ser traicionada por nosotros, después de que ustedes la entregaran en nuestras manos para cuidarla y protegerla?
¿Se hace usted a la idea lo que podemos estar sufriendo? Dígame, ¿dónde se imparten clases para aprobar esta asignatura?
¿Sabe lo que nos ha costado mantener la unión familiar, la sonrisa con nuestras niñas, tragar nudos y salir cada día a pasear pensando que es el "último"?
¿Sabe lo que es llegar a la cama de noche después de que nuestros ángeles duermen y caernos las lágrimas en silencio preguntándonos, agarrados de las manos, si todo es un mal sueño?
¿Sabe que mi niña de nueve años no cree ya en la adopción y es adoptada también? Su seguridad alguien se la ha arrebatado, junto a su sueño inmenso de amor a su pequeña hermana.
¿Sabe, Sr. Arregui, lo que es romperle la vida a una familia? ¿Amputarle sus sueños, sus momentos, su salud…?
Ha marcado a una familia feliz con el sello de la tristeza, de la desesperación y de la impotencia porque hemos llegado a donde usted quería que llegáramos. Esto se lo llevarán también mis hijos mayores, toda la vida a sus espaldas. ¿Qué culpa tienen ellos? ¿Qué derecho tiene usted a marcarnos y a romper nuestras vidas?
Porque ya hemos rozado lo inhumano y, por tanto, YA NO TENEMOS MIEDO. Miedo a usted porque ya no nos puede hacer más daño porque no se puede ingeniar más máquinas de dolor.
Su puesto y su responsabilidad, no sus principios, que esos hay que llevarlos dentro, le comprometen a no dejar morir a un niño en la tristeza y en la pena, justamente su trabajo es para sacarlo de ella, sea cual sea su caso y naturaleza. Su cargo exige no equivocarse porque en sus manos tiene el futuro de vidas inocentes, pero si así lo hiciera por ser humano, debe, entonces, como persona, padre y responsable del menor ser usted consecuente y enmendar lo hecho para que el menor no sea la víctima.
No deje a una familia entera, desamparada y tirada en la cuneta, mientras usted mantiene su puesto, aludiendo constantemente al preadoptivo, que creo que sólo sirve para expoliarse de responsabilidades.
Respeta usted, al pie de la letra, todas las decisiones superiores, por supuesto, pero no hace nada antes para que no se perjudique a un niño. Su postura ha sido tibia, por no decir nula, e incluso muy perjudicial. Los niños no votan y una familia que depende de usted es obvio que tenga prudencia. Lo que no se puede hacer es aprovecharse de ese poder.
En Menores, en determinados servicios, porque hay, indudablemente, mucha gente con ganas de construir, no se practica la política de prevención, de unión de criterios, de trabajo en equipo. Sería, quizás, útil escuchar al personal de las casas de acogida, visitarlas, saber de cada niño, ver cómo te tocan estas pequeñas criaturas clamando atención, pidiéndote una sonrisa. Viva usted en sus carnes su soledad y ruego. ¿Por qué no se estudia la conveniencia de los sistemas rotativos del personal para que los niños no se aferren en los orfanatos a una figura estable?, ¿no le parece duro?
Sería honrado respetar a las familias acogentes, adoptivas y de cualquier naturaleza que abran sus brazos para solucionarle la vida a ese niño que guardan en desamparo y del que es usted el padre tutelar.
Hacer propuestas para que no dejen su infancia allí sin conocer el calor de una familia… Cambiar tantas cosas…
Ya no tenemos miedo, Sr. Arregui, sólo el del sufrimiento que vivimos en cada poro de nuestra piel, con valentía, dignidad y fuerza para seguir, dándoles lo mejor a nuestras pequeñas cada día. Ya hemos aprendido a vivir con él.
Ya no importa que me diga que no muestre debilidad porque es peor, que no pueda decir que estoy cansada porque me pueden quitar la niña, ya no creo en aquel hombre que tantas veces me dijo que adelante, que tranquila, que iríamos juntos a la cárcel y que nos llevaríamos un libro. Me extrañaba mucho su risa, no la encajaba. Aquel hombre que me decía que no llevara a la niña al colegio hasta que esto acabara y que ahora lo usa en nuestra contra.
Aquel hombre que ante mi desesperación siempre me contestaba que él era un cargo político y no se la podía jugar, usted lo sabe.
Aquel hombre al que, desde que supe el diagnóstico de la enfermedad de mi hija, lo llamé y le mandé los certificados, pensando que me iba a dar apoyo y ánimos y no tardó ni minutos en mandar una carta al hospital donde vieron a la niña, dejándonos como secuestradores para informar de que estábamos en paradero desconocido y que localizaran por la ficha personal y médica nuestros datos y dirección, enviándolo rápidamente al juzgado, asegurándose su cabeza ante la jueza, mientras nos debatíamos entre libros de medicina buscando lo mejor para nuestra hija. Tuvimos que ir a otro neurólogo, con miedo y tristeza.
Mi niña esta semana se tiene que hacer una resonancia magnética bajo sedación, ¿la meterá usted en ese aparato, Sr. Arregui?
Aquel día que hicimos una prueba importante a nuestra hija en un hospital psiquiátrico, usted lo sabía y lo declaró en un medio de comunicación. Habíamos pasado mi niña y yo la noche despiertas, porque así lo exigía la prueba, fue dura, pero más duro fue que se haya aprovechado de esa no asistencia a la entrega inmediata que también llamaba "sólo test psicotécnico" para darle un giro a todo y arremeter contra nosotros de forma despiadada, por posibles promesas o planteamientos a las partes, porque usted no escucha, usted ordena y sabe hacerlo con voz dulce.
El precio a la no mediación abstracta y oscura que se nos exigía sin tregua, a cambio de no lleves todavía esas dos horitas a la niña a la Nuevo Futuro (mediación de la que usted sólo me nombraba a sacerdotes jesuitas y la figura de la redención), más la intervención en el caso de mi abogado el Sr. Fernández del Torco, le costó la cabeza a la pequeña Piedad y la condena para esta familia. Usted sabrá por qué.
El viernes pasado, eran las 22:40 de la noche, estábamos en casa, como siempre hemos estado, nos sentíamos felices, luchamos por ello, felices, sacando la cabeza del agua para respirar, cuando tocaron a la puerta y era la policía. Una vez más, traían un auto, un auto dictado tras la denuncia suya a nosotros por sustracción de menores. Denuncia que no hemos visto aún, pero el auto nos advierte de no sacar a la niña de Tenerife.
¿Qué hay detrás de esa denuncia? ¿Por qué esa celeridad para esa barbarie? ¿A quién beneficia? Quizás calle silencios… y muera el tema antes en el olvido. Con una mancha sobre nosotros. ¿Por qué? ¿A quién libra de responsabilidades?
¿Por qué a estas alturas de tanta intervención ni siquiera ha solicitado ante la Audiencia tiempo ya que usted no ha dado luz verde para estudiar, por parte del Cabildo de Gran Canaria, la Casa de Acogida de Piedad, porque un niño, Sr. Arregui, es un ser humano con un perfil determinado y hay antes que pensar qué es lo mejor para él. Más en este caso atípico, de tratarse de una niña feliz. No se deja por fuera de una puerta envuelto en mantas.
Este auto, al que hacía antes referencia, lo vi por encima, me dio vergüenza ajena, pena, y tuve la valentía de colocarlo en el mueble y seguir charlando con todos mis hijos, por dentro tragaba nudos y nudos y sonreía… Aquel momento valía mucho, quizás fuese irrepetible.
Ya conocemos el horror y no puede haber más.
Sólo hay algo que aún no hemos podido digerir y nos da vueltas en el estómago: esa resolución firmada por usted donde recoge la palabra maltrato referente a nosotros hacia nuestra pequeña niña.
Respóndanos, por favor, ¿el maltrato de quién hacia quién?
Díganos, Sr. Arregui, cuándo le romperemos definitivamente el corazón a nuestra niña, cómo se le dice eso a una niña, y más enferma como ella. Sabe: a Piedad por un simple susto o, incluso sin causa, se le aflojan las piernas y se cae, tiene ausencias psicomotoras, aparte de crisis epilépticas, de las que tarda en recuperarse. Se está arriesgando su vida, pero a la vista está que para muchos su vida no vale.
Piedad en una situación estresante y dolorosa puede llegar a tener un ictus, un edema, o neuronalmente puede ser irrecuperable. No importa.
Dígame, por lo menos, porque nadie cae en eso, si recojo su ropita, si puede llevarse recuerdos nuestros, si le permiten allí donde vaya tener algún animalito de los que tiene aquí. Dígame y prométame si le van a dar la medicina sin falta, si alguien va a dormir con ella para luchar anonadadamente para callar su llanto…
Dígame cómo ingresa una niña feliz en una casa de acogida.
Le rogamos, en nombre de nuestra familia, que permita a esa niña una salida digna de su hogar, le recuerdo que no es una delincuente y que lo único que tiene detrás es un pasado aterrador de abandonos y una familia que la adora y que ha luchado para que sea valorada como persona y la proteja el Derecho que hasta ahora no se le ha aplicado.
Con todos mis respetos, Soledad
Domingo 6 de mayo de 2007